SAN JUAN DE LA CRUZ |
Vida | Actualidad | Cántico espiritual | Noche oscura | Llama del amor viva |
Entre
las azucenas olvidado LA DICHOSA VENTURA DE SAN JUAN DE LA CRUZ |
Entre
tanta vulgaridad, entre tan vana pedantería ambiente, evocar la figura
del poeta místico San Juan de la Cruz es como darse un baño
en el Jordán, cuya sóla evocación de sus aguas , tan
puras, nos traen el mejor remedio para borrar todo pecado. Cuando Santa
Teresa de Jesús escribe a su buen amigo don Francisco de Salcedo
en los momentos de iniciar en Duruelo la orden Descalza le dijo:"Hable
vuestra merced a este padre, suplícoselo, y favorézcale en
este negocio, que aunque es chico es grande a los ojos de Dios". |
Así
era la fisonomía de San Juan tal vez el más grande poeta de la
Literatura universal. No creemos que haya otro que se aproxime a su grandeza,
a la pura espiritualidad de su arte, arte este dentro un poema de amor sin límites
humanos. Es toda la obra de nuestro doctor un cántico espiritual de felicidad
que viene a expresar lo que el poeta Jorge Guillén, ha definido como
"lo inefable místico". y esta grandeza, este universo, ha sido
expresado en cuatro poemas o tratados cuya extensión no sobrepasa los
doscientos versos. Cuatro poemas, "La subida del monte Carmelo"."Noche
oscura del alma"."Cántico espiritual" y "Llama de
amor viva", que poseen, no obstante su in dependencia, una ilación
armónica en su desarrollo:son un sublime y esplendoroso poema de amor.
Esposo y Esposa, el ciervo vulnerado, los campos, los ríos, los valles,
los semblan tes plateados, el ruiseñor, la noche serena...Pero a la suma
de valores poéticos y místicos de San Juan de la Cruz tenemos
que añadir su obra carmelitana junto a la Madre Teresa. Con estos dos
espíritus, puede decirse que sobrenaturales, se inicia y se alcanza la
reforma del Carmelo; una obra que sobrepasa toda labor humana, dados los sacrificios
que hubieron de llevar con tanta alegría estos fabulosos y alados seres.
Y como el propio Juan de Fontiveros padeciera el tormento de la cárcel
y escribió algunos trozos del "Cántico espiritual".¿Suena
esto a carcelario, a angustia o depresión?. Al contrario, el "Cántico"
es un himno de paz, de alegría y de amor, que sueña, "al
aire de su vuelo" encontrarse con el amado". Tal es la grandeza de
este ser, tan pequeño y endeble en su cuerpo y tan corpulento de alma.
La actividad desplegadapor San Juan es asombrosa. Porque no sólo se entregaba
a su labor conventual dentro de la reforma carmelita,sino que atendía
a los que le iban a pedir consejo, que eran muchos en todas partes.. y es que
este santo supo extraer de sus trabajos, y hasta de sus duras enfermedades,
fuerza sobrenatural para sobreponerse a cualquier abandono: Quedéme
y olvidéme/ el rostro recliné sobre el amado/ cesó todo
y dejéme/ dejando mi cuidado/ entre las azucenas olvidado. No hay en
este tiempo mejor medicina moral e intelectual que la lectura de su inmensa
obra. Sus palabras, sus hallazgos entre las blancas azucenas entran dentrode
lo infable. Su sabiduría no es mundana. Es, ni más ni menos, que
celestial...
Entre Salamanca y Ávila, en la parte norte de esta provincia, en la comarca de la Moraña, está Fontiveros. En la más pobre de sus casas nace en la calle Cantiveros el día de San Juan, de 1.542 el que va a ser más tarde San Juan de la Cruz. Sus padres Gonzalo de Yepes y Catalina Álvarez eran toledanos. Gonzalo muere pronto y Catalina, en busca de mejores medios de vida se traslada con sus tres hijos de corta edad, primero a Arévalo, luego a Medina del Campo. Aquí estudia y luego entra como enfermero en el hospital de Medina.
A
los veinte años profesa en el convento de Santa Ana de Medina del Campo
. Cuatro años después de haber tomado el hábito, sus superiores
le envían a estudiar teología a la Universidad de Salamanca.Allí
nuevas lecturas se ofrecen a la curiosidad. Las lecciones de sus maestros, el
trato con los estudiantes y las conversaciones familiares que sostiene con ellos
contribuyen a edificar el genio de San Juan de la Cruz.
Este brillante muchacho hubiera podido aspirar a un gran porvenir universitario.
Pero no le interesa. Apunta, ya, más alto. Renuncia al anillo de oroy
al birrete de doctor de Teología y deja Salamanca, la ciudad rosada y
fastuosa de los cien palacios blasonados,para tornar a Medina del Campo. Se
ordena sacerdote y ya no tiene más que un deseo: la celda, el hábito
y la cogulla blanca de los cartujos. Pero conoce a Santa Teresa.
Desde
este decisivo instante, Juan de la Cruz se entrega por entero a la reforma del
Carmelo. En esto piensa yendo a Duruelo, a cincuenta kilómetros de Ávila.
Aquí viste su nuevo hábito de carmelita descalzo. Funda conventos
en Pastrana y Alcalá y es nombrado Vicario del monasterio de la Encarnación
en Ávila.
Transcurren cinco años.Durante este tiempo se van multiplicando
losconventos de la reforma. En Toledo sufre prisión y compone las primeras
estrofas del Cántico espiritual. Después de un breve
rectorado en Baeza, es nombrado prior de los carmelitas. Aquí terminará
la Subida al Carmelo, Noche oscura, y compondrá Llama de amor
viva. En 1.589 renuncia a al priorato de Granada y es nombrado prior de
Segovia. En agosto de 1.991 se retira a Peñuela(Jaén), esperando
para embarcar para ir América, pero a principios de septiembre unas "pequeñas
calenturillas" cambian sus planes. Tres meses después, muere en
Úbeda el 14 de diciembre de 1.991.
"Cuando el cuerpo de San Juan de la Cruz fue expuesto en Segovia despidió
suave olor, que llenó la iglesia. idéntico olor despedían
las flores que fueron esparcidas en Madrid sobre el preciado cuerpo al meterlo
en el cofre..." He aquí el testimonio exacto, sometido a comprobación
de millares de personas, ue nos ha transmitido el P. Alonso de la Madre de Dios.
El cuerpo del Santo embalsama las flores; diríase que les confiere una
naturaleza superior, a imitación de lo que Dios hace con el hombre.
San Juan de la
Cruz lleva la poesía lírica española a una de las cumbres
más altas de todos los tiempos. En su poesía - ha dicho Dámaso
Alonso - "se condensa uno de los mayores torrentes de luz y de calor que
haya producido el espíritu del hombre". El "Cántico
espiritual" es uno de los milagros de acercamiento de lo inefable. San
Juan de la Cruz es uno de los espíritus más nobles y puros nacidos
en la tierra. Decía y practicaba: "Pon amor donde no hay amor y
sacarás amor"."Nunca la lengua española pudo decir mejor
que en estos versos del poeta en "La noche oscura:"Quédeme,
y olvidéme, / el rostro recliné sobre el amado,/cesó todo
y déjeme,/dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado."En San
Juan de la Cruz la palabra siempre es nueva, arde e ilumina, pero también
dice más allá de las azucenas olvidado."En San Juan de la
Cruz la palabra siempre es nueva, arde e ilumina, pero también dice más
allá de la expresión. En su verso y en su prosa hay un no sé
qué que siendo humano no acaba de ser en este mundo. El sabio maestro
Marcelino Menéndez Pelayo maestro escribió:" Pero aún
hay una poesía más angélica, celestial y divina que ya
no parece de este mundo ni es posible medirla con criterios literarios y eso
que es más ardiente de pasión que ninguna otra poesía del
Renacimiento. Son las obras de San Juan de la Cruz. Confieso que me infunden
verdadero terror religioso al tocarlas. Por allí ha pasado el espíritu
de Dios hermoseándolo y santificándolo todo" . "SAN
JUAN DE LA CRUZ es una de las figuras más prestigiosas, no sólo
de la Iglesia y del Carmelo, sino de la Humanidad".
Juan Pablo II pronunció estas palabras en Segovia:"He querido rendir
con mis palabras un honenaje de gratitud a San Juan de la Cruz, teólogo
y místico, poeta y artista, hombre celestial y divino, como le llamó
Santa Teresa, amigo de los pobres y sabio director espiritual de todo el Carmelo
Teresiano, el forjador de esta fe viva que brilla en los hijos más eximios
del Carmelo".
POESÍA
ESPOSA ¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido?Cómo el ciervo huíste, habiéndome herido; salí tras ti clamando, y eras ido |
Pastores
los que fuerdes |
Buscando
mis amores |
!Oh
bosques y espesuras plantadas por la mano del Amado! !oh flores de verduras de flores esmaltado decid si por vosotros ha pasado! |
Mil
gracias derramando pasó por estos sotos con presura y yéndolos mirando con sola su figura vestidos los dejó de su hermosura. |
!Ay,
¿quién podrá sanarme? !Acaba de entregarte ya de vero; no quieras enviarme de hoy ya más mensajero que no saben decirme lo que quiero! |
Y
todos cuantos vagan de ti me van mil gracias refiriendo y todos más me llagan y déjanme muriendo un sé qué que quedan balbuciendo. |
Mas
¿cómo perseveras, !oh vida!, no viviendo donde vives y haciendo porque mueras las flechas que recibes de lo que del Amado en ti concibes? |
¿Por
qué, pues has llagado aqueste corazón, no le sanaste? Y, pues me lo has robado, ¿por qué así lo dejaste, y no tomas el robo que robaste? |
!Apaga
mis enojos, pues que ninguno basta a desacellos, y véanme mis ojos, pues eres lumbre dellos y sólo para ti quiero tenellos! |
Descubre
tu presencia, y máteme tu vista y hermosura; mira que la dolencia de amor, que no se cura sino con la presencia y la figura. |
!Oh
cristalina fuente, si en esos tus semblantes plateados formases de repente los ojos deseados que tengo en mis entrañas dibujados! |
!Apártalos,
Amado, que voy de vuelo! ESPOSO Vuélvete, paloma, que el ciervo vulnerado por el otero asoma al aire de tu vuelo, fresco toma. |
ESPOSA Mi Amado las montañas los valles solitarios nemorosos las ínsulas extrañas los ríos sonorosos el silbo de los aires amorosos |
la
noche sosegada en par de los levantes del aurora la música callada la soledad sonora la cena que recrea y enamora. |
Cazadnos
las raposas, que está ya florida nuestra viña, en tanto que de rosas hacemos una piña, y no parezca nadie en la montiña. |
Detente,ciervo
muerto; ven,austro,que recuerdas los amores, aspira por mi huerto y corran los olores y pacerá el Amado entre las flores. |
!Oh
ninfas deJudea! en tanto que en las flores y rosles el ámbar perfumea, mora en los arrabales, y no queráis tocar nuestros u |
Escóndete,Carillo, y mira con tu haz a las montañas y no quieras decillo, mas mira las compañas de las que va por ínsulas extrañas. |
ESPOSO A las aves ligeras, leones, ciervos,gamos saltadores, montes, valles, riberas, aguas, aires, ardores y miedos de las noches veladores: |
por las amenas liras y canto de sirenas os conjuro que cesen vuestras iras y no toquéis al muro porque la esposa duerma más seguro. |
Entrado se ha la esposa en el ameno huerto deseado y a su sabor reposa el cuello reclinado sobre los dulces brazos del Amado. |
Debajo del manzano allí conmigo fuístesdesposada; allí te di la mano y fuiste reparada donde tu madre fuera violada. |
ESPOSA Nuestro lecho florido de cuevas de leones enlazado en púrpura tendido de paz edificado de mil escudos de oro coronado. |
A
zaga de la huella las jóvenes discurren al camino al toque de centella al adobado vino; emisiones de bálsamo divino. |
En
la interior bodega de miAmado bebí, y cuando salía por toda aquesta vega ya cosa no sabía y el ganado perdí que antes seguía. |
Allí
me dio su pecho allí me enseñó ciencia muy sabrosa y yo le di de hecho a mi, sin dejar cosa; allí le prometí de ser su esposa. |
Mi
alma se ha empleado y todo mi caudal, en su ejercicio; ya no guardo ganado ni tengo otro oficio, que ya sólo en amar es mi ejercicio. |
Pues
ya si en el ejido de hoy ya no fuera vista ni hallada, diréis que me he perdido; que, andando enamorada, me hice perdidiza y fui ganada. |
De
flores y esmeraldas en las frescas mañanas escogidas haremos las guirnaldas en tu amor floridas y en un cabello mío entretejidas. |
En
sólo aquel cabello que en mi cuello volar consideraste mirástele en mi cuello y en él preso quedaste y en uno de mis ojos te llegaste. |
Cuando
tú me mirabas su gracia en mi tus ojos imprimían; por eso me adamabas y en eso merecían los míos adorar lo que en ti vían. |
No
quieras despreciarme, que, si color moreno en mí hallaste, ya bien puedes mirarme después que me miraste, que gracia y hermosura en mi dejaste. |
ESPOSO La blanca palomica al arca con el ramo se ha tornado y ya la tortolica al socio deseado en las riberas verdes ha hallado. |
En soledad vivía y en soledad ha puesto ya su nido y en doledad la guía a solas su querido también en soledad de amor herido. |
ESPOSA Gocémonos, Amado, y vámonos a ver en tu hermosura al monte y al collado do mana el agua pura; entrémonos más adentro en la espesura, |
y
luego a las subidas caverna de la piedranos iremos, que están bien escondidas, y allí nos entraremos y el mosto de granadas gustaremos. |
Allí
me mostrarías aquello que mi alma pretendía y luego me darías allí tú, !vida mía! aquello que me diste el otro día: |
el
aspirar del aire el canto de la dulce filomena el soto y su donaire en la noche serena con llama que consume y no da pena. |
Que nadie lo miraba; Aminadab
tampoco parecía |
Canciones
del alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección que es la unión con Dios |
En la noche dichosa con ansias en amores inflamada !oh dichosa ventura! salí sin ser notada estando ya mi casa sosegada, |
a
escuras, y segura por la secreta escala disfrazada !oh dichosa ventura! a escuras y en celada estando ya mi casa sosegada |
En
la noche dichosa en secreto que nadie me veía ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía sino la que en el corazón ardía. |
Aquésta
me guiaba más cierto que la luz del mediodía adonde me esperaba quien yo bien me sabía en parte donde nadie parecía. |
!Oh
noche que guiaste! !Oh noche amable más que la alborada! !Oh noche que juntaste Amado con amada, amada en el Amado transformada! |
En
mi pecho florido, que entero para él sólo se guardaba, allí quedó dormido y yo le regalaba y en el ventalle de cedros aire daba. |
El
aire de la almena cuando yo sus cabellos esparcía con su mano serena en mi cuello hería y todos mis sentidos suspendía. |
Quedéme
y olvidéme, el rostro recliné sobre el Amado, cesó todo y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado. |
Canciones del alma en la íntima comunicación de unión de amor de Dios |
¡Oh
llama del amor viva que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro, pues ya no eres esquiva, acaba ya, si quieres; rompe la tela deste dulce encuentro |
!Oh
cauterio suave! !Oh regalada llaga! !Oh mano blanda! !Oh toque delicado que a vida eterna sabe y toda deuda paga; matando, muerte en vida la has trocado |
!Oh
lámparas de fuego en cuyos resplandores las profundas cavernas del sentido, que estaba oscuro y ciego, con extraños primores calor y luz dan junto a su querido! |
Cuán
manso y amoroso recuerdas en mi seno donde secretamente solo moras y en tu aspirar sabroso de bien y gloria lleno cuán delicadamente me enamoras. |
A SAN JUAN DE LA CRUZ
JUAN de la Cruz:Poeta del Divino
Amor. Carne del alma,estremecida
de Eternidad en flor. Nardo de vida
hacia otra vida abierto, peregrino.
Hasta el Supremo Bien fue tu destino
alzar un alma de verdad transida,
de la ternura por la senda erguida
y el éxtasis que pone en pie el camino.
La gloria del Amado en sus criaturas,
la soledad sonora, la callada
música de divinos embelesos,
del Carmelo las sacras cumbres puras...
Todas las hizo tuyas la mirada
en el más inefable de los besos.
Manuel Machado