LA CRUZ

Aunque el alma del monumento es la catedral excavada en la roca, lo más monumental y llamativo del conjunto en el Valle de los Caídos es la cruz que está asentada sobre el Risco de la Nava. Su dimensiones gigantescas de 150 metros y 47 metros de los brazos, asombra a cualquier visitante. La montaña tiene otros 150 metros. Desde que se entra en el Valle la Cruz reclama imperiosamente la atención y es el centro de todo el espacio visual. Para el arquitecto Diego Méndez la Cruz debía centrar toda la atención e imponerse a la mirada por todas partes. La idea consistía en crear un símbolo de irreprochable pureza, de líneas sobrias y escuetas, sin que ninguna exigencia arquitectónica pudiera desvirtuarlo. La Cruz es el elemento más sobresaliente, verdadero faro entre las cumbres del Guadarrama.

Las mayores dificultades surgieron al construir la cruz. Había que anclarla a la montaña para que resistiese la fuerza de los vientos, además del peso de la cruz. La base de la cruz es de forma griega que es como mejor se ancla a la montaña. Aprovechando la grieta de la montaña se insertó en ella una plataforma de 50 por 40 metros y un espesor 8,5 metros de hormigón con anclajes de hierro que iría creciendo para formar el esqueleto de la cruz, rellena de hormigón y revestida de granito. Así el peso de la Cruz recaería no solamente sobre los puntos de apoyo de la pared, sino que asi el peso de la Cruz se repartía por toda la plataforma y el riesgo de hundirse sería menor.

La construcción se adjudicó a la empresa Huarte y Cía S.L. en julio de 1.950 en 33.661.297 pesetas. Esta empresa fue la que construyó en 1.947 el estadio Santiago Bernabeu. El gerente de la empresa Ignacio Vivanco Bergamín y el arquitectos Diego Méndez González fueron los que resolvieron el problema de sujetar los brazos de la cruz porque los ingenieros militares no lo supieron resolver.

Estructura metálica para el primer basamento de la construcción de la Cruz. Hormigoneando el basamento.

El problema que se presentaba era el de subir los materales hasta la cima de la montaña y después hasta la cruz. Había varias opciones. La subida por la ladera donde está el funicular hubiese causado daños irrreparables a la montaña, lo mismo que el teleférico y el andamiaje hubiera resultado muy costoso, además mayor riesgo de accidentes. Se optó por una idea original. Perforar el Risco de la Nava 40 m. más abajo de la cima y hacer un pozo de 60 m. de profundidad, de 7 m. de largo por 3,5 m. de ancho y se unía con un túnel hasta la base de la montaña por la parte posterior, (la montaña por la parte posterior mide 100 m.) donde ahora está el monasterio.Al subir los materiales por el pozo, el riesgo de accidentes era pequeño, porque las piedras subían 60 m. por dentro de la montaña y 40 m. dentro de los andamos metálicos. Además quedó para que los turistas pudiesen subir a los tres miradores.

Para subir los materiales se necesitaba estación de hormigoneado para 15 tn a la hora, con los almacenes, molinos, machacadoras, trómeles, trenes, escavadoras, etc. Ascensores y montacargas con las tolvas y trenes para tansportar los materiales por los diversos puntos, tùneles, galerías, etc. para subir 100 tn en jornada de 8 horas, y una central eléctrica de 400 Kw con las instalaciones eléctricas, accesrios, talleres, repuestos, carburantes,etc. La perforación del pozo y la preparación de todos estos elementos duró seis meses. El pozo quedó dividido en tres partes: uno para subir las piedras, otro para el hormigón y otro para las personas y escalera. Uno de ellos quedo después para el aire acondicionado. La Cruz crecía desde dentro. En 1.951 empieza la cimentación de la cruz.

Así todos los materiales entraban desde los camiones a las tolvas que las llevaban por los raíles del túnel hasta el montacargas y subían 60 m. dentro de la montaña y 40 m. por los andamios metálicos y llegaban a la base de la cruz y por los raíles llegaban las tolvas al montacargas de la cruz, que los elevaba hasta donde estaban trabajando y con las grúas de torre, las piedras las depositaban y las engarzaban.

La Cruz tiene 3 ascensores, aunque hicieron 5. Estudios que hicieron aconsejaron tapar dos. El del medio tiene 3 metros de diámetro para las personas y escalera adosada en caracol. Los otros dos, uno para la piedra y otro para el hormigón.

La velocidad del viento ha llegado a alcanzar los 100Km/h. Tenían que tener en cuenta la fuerza del viento, el peso de los materiales, del agua, de la nieve, la dilatación y contracción de las rocas, la influencia del hielo sobre el hormigón, el hierro, las descargas eléctricas, que en el período de pruebas se recogieron más de 500,etc. Se hicieron pruebas en varios observatorios metereológicos de Europa, en Madrid y sobre el terreno, a velocidades entre 150 y 340 K/h.

El peso de la Cruz pasa de 200 millones de kilos. Solamente los 20 metros de cada brazo tiene un peso de 400.000 kilos, lo que diez camiones de 40 toneladas, desafiando la ley de la física

Ajuste de piedras a la Cruz. Se ve la grúa con la piedra colgando para ajustarla.

 

Construcción de la Cruz / EFE

La Cruz en construcción el 12-11-1.952 en la parte posterior. Se ven las instalaciones metálicas para que se enrollasen los cables del montacargas. A la derecha los muelles y las vías que van al túnel hasta el montacargas.

Al llegar a los brazos de la Cruz el andamiaje era especial, sin apoyos en tierra que fuesen volando cada vez más retirados del fuste. La Cruz se montaba en el suelo, donde están ahora los estanques a la puerta de la Hospedería, y aquí se montaba y desmontaba para verificar todos los datos, entre ellos los tríángulos metálicos, donde se colgaban los andamios, para trabajar a 300 metros de altura.

Unas cifras escuetas puede darnos idea clara de la magnitud de esta realización: en la Cruz se han empleado 24.650 metros cúbicos de hormigón en masa; 24.850 metros cúbicos de hormigón armado; 44.750 metros cúbicos de arena; 14.860 toneladas de cemento; 548 toneladas de hierro; 227 toneladas de hierro laminado; 4.230 metros cúbicos de cantería labrada, y 3.700 metros cúbicos de mampostería de berrugo. El peso total de la cruz es de 201.720 toneladas (casi doscientos dos millones de kilos).

Los cuatro evangelistas

Encima de la plataforma está el basamento de 25 m. con los cuatro Evangelistas, San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, con sus respectivos símbolos, el ángel, el león, el toro y el águila. Cada una de las figuras miede 18 metros de altura y su peso es de cinco millones de kilos.

El origen de estas figuras tienen su origen en la visión que tuvo el profeta Ezequiel (cap. 1, vers. 4-11), en la que aparece un ser con cuatro rostros: de hombre, de toro, de león y de aguila. A San Lucas se le representa con el toro, porque su Evangelio comienza con un sacrificio; a San Juan, con el águila, porque su Evangelio comienza hablando de la Santísima Trinidad; el aguila vuela muy alto y mira al sol; a San Mateo, con el hombre, porque su Evangelio comenza hablando de los antecesores de Cristo y a San Marcos con el león, porque su Evangelio comienza hablando de San Juan Bautista predicando en los desfiladeros del Jordán, donde moran las fieras.

El Evangelista San Lucas terminado. Al fondo la instalación de San Juan Evangelista, donde se ven los andamios y las grúas.

San Lucas fue la primera escultura, construida en 1.953. Representa un hombre maduro y sentado sobre el toro, agarra con la mano izquierda el asta del toro del que quiere liberarse. Está mirando a la explanda.

San Juan esta sentado sobre el águila que le está impidiendo el vuelo. Está en una violenta torsión . Lleva en su mano izquierda un libro. Juan de Ávalos le diseñó anciano, pero un comentario de Franco en el sentido de que no se imaginaba a San Juan anciano, le diseñó joven.

San Mateo representa una figura serena en actitud reflexiva, mirando al horizonte. A sus pies un ángel con las alas desplegada presenta un libro que representa el Evangelio. Es la figura más personalizada de las cuatro.

San Marcos un una figura de aspecto barroco. Está montado sobre el león con el cuerpo torsionado y con un libro en las manos y los pies al lado izquierdo del león que se revuelve. De los cuatro Evangelistas es la ultima figura construida.

Los Evangelistas eran diseñados en Madrid, frente a la estación de Atocha, y allí con toneladas de madera hacían la forma y la rellenaban con toneladas de arcilla o escayola y Juan de Ávalos la cincelaba. Después la cortaba a modo de puzle y una vez cortadas ya tenían el modelo para hacerla en piedra. Una vez hechas, eran transportadas y subidas por el ascensor y las piedras las hacían un taldro o dos si estaban colgando, metían la barra de hierro, la rellenaban de hormigón y la engarzaban hacia dentro. Después la siguiente piedra y cuando estaba terminada la fila los huecos los rellenaban de hormigón y así hasta terminar. Lo mismo hacían con las Virtudes cardinales.

LAS VIRTUDES CARDINALES

Las cuatro virtudes cardenales están en un segundo cuerpo a un tamaño más pequeño que los Evangelistas. Miden 17 metros. Están representadas por fiugras varoniles.

La Prudencia tiene como simbolo la culebra que se enrosca y la está agarrando por el cuello, simbolizando dominio. Tiene la cabeza mirando al suelo. Esta escultura tuvo muchas modificaciones,

La Justicia tiene en la mano derecha una las tablas de la Ley y en la derecha la espada. Fue diseñada con la llama en una palmatoria. La espada sobresale por encima de la cabeza, que como Justicia que es no se tiene que doblegar ante nadie. Mide hasta la espada casi 20 metros.

La Fortaleza situada encima del Evangelista San Mateo está desgarrando las mandíbulas de un gigantesco reptil, simbolizando fuerza. Al igual que las otras, excepto la Justicia, está mirando hacia abajo para que los espectadores puedan ver su rostro.

La Templanza está simbolizada por una figura que está dominando a tres seres monstruosos, con la que Ávalos se identificó dominando a estos monstruos por las dificultades que tuvo para realizar la obra.

A partir de aquí el fuste de la Cruz de 108 metros se eleva con los brazos de 20 metros cada uno y en ellos un mirador de 20 metros en cada lado de cada brazo. Total 80 metros de mirador y en ellos multitud de puntas de plomo de pararrayos.

Fuente de las imágenes

Méndez, Diego. Arquitecto. El Valle de los Caídos. Informes de la Construcción, nº 116, 148-8 (1959), P, 35-61.

o0o - o0o - o0o - o0o -o0o

 

Una de las maquetas modelo en el túnel de viento de un metro de altura.

La maqueta está hecha de escayola y diatomeas

Fotografía del ensayo por chorros de humo

Se hicieron en total 875 pruebas y medidas que se comprobaron de 2 a 4 veces cada medida.

 

o0o - o0o - o0o - o0o -o0o

 

El mirador de la Cruz tiene 40 metros cada brazo, 20 metros en cada lado, situado a 280 metros de altura desde la Basílica. En la foto se puede ver una de las cuatro puertas para salir desde el ascensor al mirador.

En esta foto de 1954, se puede ver el paisaje casi desnudo, como muy poca vegetación. El Valle fue repoblado con más de dos millones de árboles de todas las regiones de España y América, abetos, abedules, pinos....incluso plantas exoticas de América. Pero como el clima del Valle es muy frío, quedaron solamente las plantas que aguantan mejor el frío, el calor, la sequía, como los pinos, robles, etc.

Fachada posterior vista desde la Hospedería y puerta de entrada en la Basílica. Todo el material para construir la Cruz pasó por el túnel, luego convertido en pasillo para ir a la Basílica.

La Cruz terminada en la parte posterior. Vista aérea, Monasterio y Hospedería.

Puerta posterior

La Cruz vista desde la parte posterior. Pinchar aquí para ampliar

Aquí se ve la Cruz desde la parte posterior de 150 metros de altura. Se ve, la chimenea donde hicieron el pozo. Quedó para ascensor, escalera y tubo de salida para la calefacción. Más arriba a la derecha, el Evangelista San Mateo en actitud reflexiva mirando al monte. Es considerafa la escultura más perfecta, la mas personalizada. A la izquierda, el Evangelista San Marcos con el león, dominando al león que se revuelve. Arriba, a la derecha , la Fortaleza, representada por una figura varonil dominando a un monstruo que le está desgarrando las mandíbulas, y a la izquierda la Templanza, con la que Juan de Ávalos se identificó y está dominando a tres animales salvajes. Y a partir de ahí los 108 metros del fuste con los brazos de 20 metros, donde están los 80 metros de mirador.

Las cuatro figuras de la Cruz, vistas desde la Explanada: La Virtud de la Justicia con la Tabla de la Ley y la espada. La Virtud de la Prudencia agarrando a la culebra por el cuello. San Juan Evangelista sobre el águila, que le impide tomar el vuelo y San Lucas sobre el toro.

San Juan Evangelista sobre el aguila visto en forma de escorzo. arriba se ve la virtud de la Justicia con la tabla de los Diez Mandamientos y la espada en la mano derecha y con la mirada al frente. Para ampliar pincha aquí

 

El Evangelista San Marcos y el león

la

El funicular llegando a la base de la Cruz, desde la cual se puede ver la mitad Este de Madrid. Desde septiembre de 2.009 está cerrada a los turistas la base de la Cruz.

Para saber más:

ttp://www.vki2.net/

http://megaconstrucciones.net/?construccion=valle-caidos

Inicio